La reconstrucción de Vilanova de la Barca
Como consecuencia de la ofensiva republicana en agosto de 1938, el 75% de los edificios del pueblo quedaron destruidos, por lo que la población fue adoptada por el Caudillo el día 21 de octubre de 1939 e incluida en los proyectos de reconstrucción que llevó a cabo la Dirección General de Regiones Devastadas.En mayo de 1940 empezó la construcción del pueblo nuevo por parte de los Destacamentos Penales, formados por prisioneros de guerra y represaliados políticos. El destacamento de Vilanova de la Barca contaba con 225 penados.La primeras casas se entregaron el año 1944, sin acabar los equipamientos sociales que la población necesitaba.El proyecto también preveía la construcción de un puente para comunicar los dos márgenes del río Segre, obra que concluyó con la construcción de una capilla en el talud de entrada al puente. La bóveda central de la capilla actualmente contiene una reproducción del mosaico de baldosas policromas originarias de Talavera de la Reina, obra de Ruiz de Luna, y que representan a la Virgen de Montserrat, advocación escogida en un gesto de reconciliar el país con este símbolo tan identitario de Cataluña. La obra original se puede contemplar en el ayuntamiento del pueblo.Todo, el pueblo nuevo, el puente y la capilla, se convierte en uno de los pocos conjuntos urbanos y mejor conservados en las tierras de Lleida realizados por la Dirección General de Regiones Devastadas durante la primera mitad del gobierno franquista.
El puente y la capilla de Vilanova de BarcaEl puente de Vilanova de la Barca forma parte de las construcciones realizadas después de la guerra civil por parte de Regiones Devastadas, para enderezar un territorio especialmente castigado por los nueve meses de frente que se convirtió en el río Segre de abril de 1938 hasta el enero de 1939. La mayoría de los puentes preexistentes fueron dinamitados por el ejército republicano en su retirada (los más cercanos a Vilanova son el de San Miguel de Balaguer y el de la Azucarera de Térmens, por el norte, y los dos de Lleida por el sur) y hubo rehacerlos una vez terminada la guerra. El de Vilanova es probablemente el primer hecho de nueva planta en sustitución de un viejo paso de barca. Evidentemente esta generosidad constructiva e tiempos de penuria económica, como era la posguerra, está también motivada por las consecuencias de la dura batalla que del 9 al 19 de agosto tuvo lugar en la zona del río, justamente delante de Vilanova de la Barca y que originó la prácticamente destrucción de todo el pueblo.El puente de Vilanova de la Barca es una obra interesante para comprobar la estética, claramente influenciada por una especie de neoclasicismo, característica en muchas obras de aquellos tiempos de la década de los 40 en España, la cual quería rememorar el estilo imperial romano en las diversas obras funcionales que había que hacer en uno territorio asolado por la guerra. La posibilidad de construir un nuevo puente en Vilanova era una buena ocasión para aplicar aquellas tendencias y hay que decir que el resultado plástico estuvo bien logrado y por lo tanto se convierte en un buen modelo de la forma constructiva de aquellos tiempos.El cerco de una capilla que escondiera el talud era un complemento acertado estéticamente como remate a la obra funcional del puente de Vilanova de la Barca. El lenguaje erística de la construcción se enmarca más dentro de las tendencias más propiamente franquistas, probablemente la capilla es posterior a toda la obra no sólo del puente sino de la misma población y se relaciona más con unos gustos ya más elaborados de la estilo oficial de la España de la época, por ejemplo podemos relacionarla con la fachada de la Rambla Ferran de la iglesia parroquial del Carmen y por tanto habría que situar la obra ya en la década de los cincuenta del pasado siglo. Remarcar que capillas con esta forma alargada para cumplir con la función de pantalla de un talud que no tenemos ninguna de conocida a las tierras de Lleida e incluso el país. También estéticamente hablando la capilla de la Virgen de Montserrat de Vilanova de la Barca es de las pocas construcciones con una estética tan clara del gusto de la plenitud del franquismo ya la vez sin manifestaciones políticas explicitas. Incluso la advocación elegida es especialmente sugerente, en un gesto de reconciliar el país con un régimen político no especialmente amante de los símbolos identitarios catalanes, pero inmerso en un nacionalcatolicismo, que hace una obra singular según el gusto de la España oficial del momento (es curioso que hasta las baldosas sean llevadas de Talavera de la Reina). No olvidar que la virgen de Montserrat no es especialmente una advocación popular al poniente de Cataluña hasta aquellos años (altar de la catedral de Lleida, nueva parroquia de Montserrat en la carretera de Huesca, etc.). Cuando uno contempla el monumento que preside la entrada a Vilanova por la banda izquierda del río Segre le da la sensación de ser más una especie de puerta, o incluso de arco de triunfo, que una capilla. El detalle del balcón hace difícil olvidar la influencia de la zona mesetaria en una obra singular de una época difícil para el país.La construcción de un pueblo nuevo fue la compensación que el nuevo estado franquista decidió para Vilanova de la Barca. Obra inacabada en su parte más meridional pero que en el lado norte tiene el interés de ser un testigo de la construcción del momento, trasplantando un modelo de plaza "a la castellana" en la localidad catalana. Con acierto este conjunto tiene la correspondiente declaración patrimonial que garantiza la conservación de uno de los pocos conjuntos urbanos, y probablemente mejor conservado, que hay en tierras de Lleida.En el momento de hacer la obra del nuevo pueblo se cuidó de dotarlo de un moderno puente y complementarlo con una bella capilla. Es decir toda la obra de los años cuarenta forma parte del mismo proyecto enderezador para Vilanova de la Barca y por lo tanto hay que considerar con un mismo interés patrimonial a los tres elementos.
J.R. González. I.E.I
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L’Ofensiva de Vilanova de la Barca
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L’ofensiva s’inicià la matinada del dia 9 d’agost amb atacs des de Menàrguens fins al sud de Vilanova. A través d’un pont i dues passarel•les situades davant la població, les unitats de carrabiners, la cavalleria i una vintena de tancs T-26, a més de l’acció de l’artilleria i els bombardeigs de l’aviació, travessaren el riu i enxamparen per sorpresa les unitats franquistes, que es van haver de retirar fins a la seva línia de resistència, situada davant de Torrelameu. Les forces republicanes aconseguiren ocupar una zona al marge dret del riu Segre de 1.000 metres per 300 metres de profunditat. Malgrat tot, la reacció de les forces franquistes no es va fer esperar i contraatacaren. Les baixes en ambdós bàndols foren considerables, sobretot les republicanes, que es veieren augmentades per la riada provocada pels franquistes quan obriren les comportes dels pantans de Camarasa i Sant Llorenç. La força de l’aigua s’endugué riu avall cavalls, genets, carrabiners i tot el que trobava al seu abast. Un tanc T-26 es va passar a les línies enemigues. Les forces governamentals esperaren la disminució del cabal del riu per reforçar les seves unitats i avançar, pla que desbaratà l’arribada de la Mehal·la de Tetuan. Els dies següents els combats adquiriren una duresa extrema i els franquistes van anar reduint pels flancs el petit cap de pont republicà, ja que els carros de combat T-26 havien quedat encallats prop del riu. El dia 17, i davant la precarietat de les forces republicanes, els franquistes, recalçats pels avions de caça i bombarders, iniciaren un nou atac pel centre, on es produí una veritable massacre quan les unitats republicanes volien, amuntegades davant una passarel•la, retirar-se cap a Vilanova. Les tropes mores que havien arribat a la zona massacraren prop de 500 republicans, dels quals la mateixa nit n’enterraren 278 i la resta foren abandonats, ja que una nova riuada estava a punt d’arribar i els arrossegaria riu avall. El dia 19 d’agost els combats es van acabar. Tot tornava a estar igual que abans d’iniciar-se l’ofensiva, tan sols hi quedaven, a l’altre costat de riu, els soldats morts víctimes d’una altra ofensiva fracassada i que avui ens recorden les restes d’un tanc rus T-26 que fou rescatat de les aigües del riu Segre.
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Trinxeres del Tossal Roig
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Niu de metralladora o punt d’observació amb trinxera d’evacuació que formava part de la primera línia defensiva que va construir l’exèrcit republicà al marge esquerre del riu Segre, a partir de l’abril de 1938, amb l’objectiu d’impedir l’avanç de les forces franquistes, posicionades a l’altra banda del riu. El recorregut del canal de Balaguer, davant d’aquesta posició, conformava un element defensiu més, dins l’esquema de la línia de fortificacions republicanes. El tossal Roig és un exemple significatiu dels tipus de construccions bèl•liques construïdes a la zona de Vilanova de la Barca per les unitats de sapadors del 37 Batalló d’Obres i Fortificacions. Al final de desembre de 1938, l’exèrcit franquista, des de la serra del Montsec i el cap de pont de Seròs, començava l’ofensiva sobre Catalunya, i els primers dies de gener va ocupar Artesa de Segre i les Borges Blanques. El 7 de gener, les unitats republicanes de la 27 Divisió situades al tossal Roig, davant el temor de ser encerclades per les forces franquistes, es van retirar. Aquest mateix dia, unitats de la 54 Divisió de l’exèrcit franquista, situades al cap de pont de Balaguer, van iniciar l’avanç en direcció est i sud, i van ocupar Vilanova de la Barca i bona part del Segrià i el Pla d’Urgell.
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Trinxeres de Les Coves
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A principis d’abril de 1938, l’estat major de l’exèrcit republicà ordenà la construcció d’un seguit de línies fortificades i paral·leles, “L”, per protegir Catalunya de l’ocupació franquista. Aquestes línies es comunicaven amb les de la primera línia de combat, al marge esquerre del riu Segre, per un entramat de construccions bèl·liques recolzades a les séquies del canal d’Urgell. Aquest espai de les trinxeres de les Coves es recolzava a la tercera séquia del canal d’Urgell i el seu niu de metralladora protegia el sector comprès entre el Pla d’en Ramon i les Llacunes. A través de la seva trinxera d’evacuació, es comunicava amb els abrics d’assentament lleuger, lloc on s’aixoplugava el material i el personal militar de la intempèrie i de l’acció de l’enemic. Aquest element defensiu, juntament amb el del Tossal Roig i altres de desapareguts, estigueren actius des de l’abril de 1938 fins al gener de 1939, data en què, davant l’avançament de les forces franquistes, les forces republicanes es van veure obligades a retirar-se de les seves posicions cap a l’interior de Catalunya.
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